jueves, 17 de diciembre de 2015

El "Eguzkilore" / La Carlina


El "eguzkilore", es uno de los símbolos mas comunes del País Vasco y podemos encontrarlos colgados en las puertas de los caseríos  y también en algunas casas. Pero... ¿cual es su significado? Y... ¿para qué se utiliza? Es bien sabido que, nuestra tierra esta llena de relatos sobre seres mitológicos de diversos índoles y entre ellos se encuentra el "eguzkilore".

Eguzkilorea o Carlina

Cuando se creo la tierra y el ser humano empezó a habitar las cuevas, el País Vasco estaba formado por impenetrables bosques de hayas, praderas infinitas y montañas de roca caliza. No existía el sol, ni tampoco la luna, por consecuencia, el ser humano vivía en una oscuridad persistente donde seres nocturnos campaban por sus anchas en aquellas tierras molestando continuamente al hombre. El ser humano, desanimado, acudió a donde la Madre Tierra (Amalur) para contarle el problema que tenía y con la esperanza de solventarlo lo antes posible. Amalur, decidió crear un ser luminoso pensando que así desaparecería el problema del ser humano y fue entonces cuando creó a la luna.

Pasaron días, semanas y meses y el problema persistía entre los humanos por que, aquellos seres nocturnos se acostumbraron a la luz que emanaba la luna. Brujas, lamias y seres oscuros interrumpían el sueño de los humanos con sus fechorías y el hombre, desesperado acudió por segunda vez a donde Amalur suplicando ayuda. Entonces, Amalur creó otro ser mucho más luminoso que la luna: el sol. 

Pasó el tiempo y mientras que el día transcurría en absoluta armonía en aquellos valles majestuosos, cuando llegaba la noche, el ser humano se ocultaba al amparo de sus hogares huyendo de aquellos seres que salían con ganas de arrasar todo lo que se encontraban en su camino cuando el sol se escondía tras el horizonte.

Por tercera vez, el hombre, completamente resignado acudió a donde Amalur explicando que aún aquellos seres con malas intenciones rondaban por sus cultivos y hogares. Entonces Amalur creó una hermosa flor, el "eguzkilore". Esta flor se tenía que colgar en la puerta de los caseríos para que si algún ser nocturno con malas intenciones decidía interrumpir la paz de aquellos hogares, debía de contar las hojas de aquella flor. Pero, las brujas y aquellos seres repugnantes no eran muy hábiles en cuestiones de aritmética y se equivocaban en repetidas ocasiones, volviendo siempre a contar desde el principio hasta que sin percatarse que la noche dejaba paso al día, y sin poder terminar aquella laboriosa labor, escapaban a sus moradas antes de que el sol saliera. Y, sólo fue entonces cuando el ser humano encontró la paz en aquella maravillosa tierra llamada, Euskal Herria.

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